Los problemas se acumulan en las oficinas de Microsoft: el volumen de s de Windows 10 está creciendo de manera incomprensible. Al mismo tiempo, Windows 11 pierde cuota de mercado en los últimos datos publicados.
El mes de mayo ha derribado todas las esperanzas que tenían los ejecutivos de Microsoft. Aunque el histórico nos mostraba una tendencia que apuntaba al crecimiento de Windows 11 y la desaparición progresiva de Windows 10, las tornas han cambiado de nuevo. Y el problema es que nadie en Microsoft entiende exactamente qué está ocurriendo. Por mucho
En Microsoft parecen no dar con la clave para que la transición de Windows 10 a Windows 11 se lleve a cabo de forma natural y con el ritmo que ellos quieren imponer. Siguen presionando mientras la comunidad de personas y empresas que usan Windows 10 piden que se amplíe el periodo de tiempo de soporte. En muchos casos, hay instituciones que realmente no tienen ningún tipo de conocimiento de lo que está por venir, puesto que no cuentan con métodos o conocimiento para estar al tanto de ello. Por ello, en octubre, se espera que se produzcan incidentes si Microsoft no encuentra una idea que ayude a que la situación se resuelva. Por ahora, el reloj está en contra de la empresa de Windows.
Los datos de Steam son un reflejo del porcentaje de s domésticos con Windows 10, pero no se trata de una cifra donde entren aquellas instituciones o empresas que tienen el clásico sistema operativo en sus ordenadores. Por lo tanto, es obvio que Microsoft tiene que hacer algo para que esa gran cantidad de equipos no comience a dar problemas antes de acabar el año.