Mi mando de PS5 no hacía más que desconectarse: este sencillo truco acabó con el problema

¿Has tenido que lidiar alguna vez con las tediosas desconexiones del mando de PS5? No estás solo. Mientras estás jugando, es posible que el dispositivo de Sony comience a fallar repentinamente y no establezca conexión inalámbrica con la consola o con el ordenador. Es bastante frustrante, ya que, además de entorpecer tu experiencia de juego, crees que el mando se te ha podido romper. Pero no te preocupes, porque existe solución. Antes de querer comprarte otro nuevo, te recomendamos realizar este truco.
Imagina que te encuentras en plena partida multijugador online y tu equipo depende de ti para salir victoriosos. Pero, de un momento a otro, tu mando de PS5 acaba por desconectarse sin motivo aparente. Te cercioraste de que tuviera la suficiente batería como para estar jugando durante largas horas y tampoco ha recibido un golpe tan estrepitoso como para que termine por estropearse. ¿Qué diablos ha pasado?
Antes de que la frustración se apodere de ti y tengas ganas de arrojar el mando por la ventana o estrellarlo contra el suelo, déjanos decirte que hay una manera más pacífica de solventar este problema. Como cualquier otro rio electrónico, el control de PS5 también tiende a producir fallos y uno de ellos es el problema de la desconexión repentina. ¿A qué se debe y cómo se soluciona?
¿Por qué se ha desconectado mi mando de PS5?
Aunque no suele ocurrir con demasiada asiduidad con la plataforma de PS5 en sí, la desconexión del mando es más propensa a producirse cuando lo conectamos a nuestro PC. Al no contar con los drivers y controladores adecuados, se pueden llegar a producir problemas de compatibilidad que provocan que el DualSense acabe por desconectarse y no llegue bien la señal de recepción Bluetooth. Sin embargo, clientes como Steam, ya se han manos a la obra para implementar nuevos firmware que faciliten el
La solución más rápida
Aparentemente, si el mando solamente presenta un problema de desvinculación con tu PS5, la solución es más sencilla de lo que parece. Tan solo tendrás que coger el cable USB-C que venía en la caja o cualquier otro modelo, en su defecto, y enchufar el extremo del USB a la consola y el otro, en este caso el del USB-C, al mando. Ahora es el momento de pulsar el botón PS y en unos pocos segundos habrás revivido tu DualSense.
En el caso del ordenador, si no te funcionase el sistema de conexión por Bluetooth, puedes igualmente probar con cable para ver si no se producen las fatídicas de conexiones, aunque esta situación no te proporcione más libertad de movimiento. Pero si el mando continúa proyectando fallos, la mejor manera de combatirlos es reseteándolo.
Para ello, solo tienes que coger un objeto punzante, por ejemplo un alfiler, e introducirlo en la pequeña apertura situada en la parte posterior del dispositivo durante, al menos, 5 segundos. Así, el mando se reiniciará y podrás volver a actualizarlo, en caso de que te lo pida.