Solemos cambiar de teléfono móvil cada dos o tres años y, habitualmente, antes de que se nos rompa el smartphone. Pero tu móvil es más valioso de lo que crees. Y está lleno de metales raros. Por eso, organizaciones o empresas dedicadas a recoger estos teléfonos y conseguir así reciclar móviles y dar una segunda oportunidad a los metales raros de los dispositivos.
En el interior de tu teléfono hay todo tipo de metales raros, pero en muy bajas cantidades. Teniendo en cuenta el tamaño de tu smartphone, los metales utilizados son muchos, pero en dosis muy pequeñas. Aun así, al juntar miles de teléfonos podemos obtener grandes cantidades Metales raros que habitualmente no se conocen si no eres experto en la materia, pero cuya extracción y comercialización se ha convertido en algo clave para todo tipo de tecnologías como biotecnología médica, nanoelectrónica, etc. Y hasta pueden darte dinero a cambio de ellos.
Steven Art, uno de los responsables de la planta de Umicore en Hoboken (Bélgica) explicaba hace años al medio El País que por cada tonelada de material extraído de una mina de oro se consiguen 5 gramos del metal. En cambio, por cada tonelada de tarjetas electrónicas de ordenador se obtienen alrededor de 150 gramos. Más allá del oro, se pueden recuperar otros metales con como platino, indio, cobalto, etc. Seguro que todos ellos te suenan, pero hay otros que no tanto, como el antimonio o el niobio o el tantalio o los metales “tierras raras” que reúnen metales como el samario, gadolinio, erbio, tulio y otros metales llamados lantánidos y mucho menos frecuentes.