Por el mundo del entretenimiento han pasado distintos realities en los que hombres y parejas se conocen para acabar manteniendo una futura relación. El caso que te describimos es excepcional, ya que los pretendientes aparecen completamente desnudos. Pues bien, es un programa real, que ha llegado a España de la mano de la plataforma Max, y que ya ha causado polémica y líos a su paso.
Se llama ‘Naked Attraction’, y su formato parece haber llevado al límite las típicas convenciones de los reality shows a las que estamos acostumbrados. El físico siempre ha jugado un papel fundamental en los realities más famosos centrados en la búsqueda de pareja, pero en esta ocasión, Naked Attraction traspasa fronteras mostrando a los candidatos completamente desnudos, y ubicados en vitrinas como si de una napolitana de chocolate en una pastelería se tratase.
A veces incluso tapando la cabeza de los pretendientes, y evitando inicialmente el diálogo, para que el concursante pueda escoger a qué personas le interesaría conocer en función de la atracción física que sienta respecto a la persona que tiene delante.
Presentado por Marta Flich en su
Flich tilda de «inmadurez» los comentarios que piden cancelar su emisión, y lamenta que se ponga atención en el asunto al mismo tiempo que se obvian otros asuntos más lamentables con los que «convivimos», como la «violencia machista, los asesinatos, las guerras, la desigualdad, los suicidios o los linchamientos», comentó la presentadora.
¿Es ilegal la emisión de programas de desnudos?
La televisión en abierto cuenta con una programación muy diversa donde el entretenimiento juega un gran papel. Muchas cadenas y plataformas se pelean por ofrecer el contenido más original posible y así llamar la atención para acaparar más audiencia. Sin embargo, hay excepciones que hay cumplir según las bases de la Ley 13/2022 de Comunicación Audiovisual lanzada por el propio Gobierno de España, la cual «exige a los proveedores de vídeos pornográficos el establecimiento de mecanismos de verificación de edad».
Contando con que un producto haya dotado a sus diferentes ediciones con la regulación existente para ofrecer información sobre la edad pertinente para ser consumidos, la penalización no tendría por qué imponerse, pues se trata de un programa totalmente legítimo. Las restricciones aplicadas están perfectamente detalladas en los términos y condiciones de visualización del reality en la plataforma Max. Por lo tanto, en estos casos, son los niños los deben tomar conciencia de que esos programas no son aptos para ellos, y todo depende de la educación que reciban de sus tutores.