La plataforma de streaming musical líder a nivel mundial siempre ha sido objeto de críticas por parte de los artistas por los honorarios que éstos reciben por cada reproducción. A continuación, te vamos a explicar desde dentro cómo funciona todo en Spotify y lo que supone para un nuevo artista español posicionarse dentro del servicio pagando por publicidad para tener una mínima visibilidad.
Nada mejor que una afición para editar un par de discos sin ningún tipo de aspiración profesional y vivir desde dentro cómo funciona el sector. El mundo de la música ha pasado de ser un negocio cultural a un negocio de marketing que a día de hoy siguen moviendo las grandes discográficas y los medios de comunicación. Artistas como Bad Bunny (48 millones de oyentes mensuales), Maluma (33 millones), Rosalía (26 millones) son los líderes de la plataforma. También hay otros fenómenos que han irrumpido con fuerza como es el caso de Paulo Londra que, con apenas 24 años ya ha superado los 20 millones de oyentes mensuales. Todas estas estrellas aglutinan la totalidad de los royalties que abona la empresa de streaming cada año, cerca de 2.000 millones de dólares. ¿Cuánto supone cada reproducción? La primera cuestión a tener en cuenta es la geolocalización y ahí es donde España sale mal parada frente a otros países.
Lo que paga Spotify por cada stream
Si buscas en Internet encontrarás mucha información sobre el tema, pero en el siguiente reportaje te vamos a explicar lo que puede llegar a recibir un músico que acaba de empezar y quiere tener un mínimo de presencia en la plataforma. Según apuntan diferentes publicaciones, los artistas reciben de media unos 0,003 – o,004 euros por cada reproducción asumiendo que un cantante consagrado se escuchará en todo el planeta. Si nos centramos solo en España las cifras cambian y la media cae hasta 0,00046 dólares de media, estáis leyendo bien, tres ceros.
gana más dinero que obteniendo 128.000 reproducciones en Spotify. Queda claro que la música se ha convertido en un negocio de marketing dominado por una gran plataforma que no duda en pagar 60 millones de euros anuales al F.C Barcelona por cambiar el nombre a su estadio y patrocinar su camiseta, pero tiene a los músicos pequeños completamente desatendidos.