El mercado de los ordenadores portátiles es igual de competido que el mercado de la telefonía móvil o el de los televisores. Para ejemplo, el caso de LG en España que ha intentado hacerse un hueco con modelos tan destacados como los LG Gram, que han terminado estrellándose en ventas y sus resultados no han podido ser más decepcionantes. Según datos de las principales consultoras, las ventas no le llegan ni para copar el 1% del mercado nacional. Las decisiones de Jaime de Jaraíz, presidente de LG, no han terminado de funcionar en ningún caso.
Vender ordenadores portátiles no es sencillo, pero si tienes un buen producto tienes que, por lo menos, llegar a un mínimo de público aceptable. LG se ha estrellado con las ventas de sus modelos más destacados, como el Gram, algo que contrasta con el desempeño de otras marcas. Sobre todo teniendo en cuenta que la firma coreana ha estado empujando el producto con anuncios de televisión y muchísimas acciones con influencers buscando una notoriedad que no se ha traducido en ventas.
Los gigantes lideran el mercado
Por ejemplo, Lenovo lidera el mercado español con una impresionante cuota del 30,2% mientras que HP le sigue de cerca con el 25,5% de este mismo mercado español. La gente podría pensar que alguien se colaría en tercer lugar con modelos de entrada más económicos, pero lo cierto es que la apuesta es Apple con sus MacBook. Los de la manzana mordida se quedan con el 10,1% del mercado y se ve claramente como sus ventas van en ascenso progresivo. Otras firmas como Dell están creciendo mucho en el ámbito profesional.
El mercado no ofrece segundas oportunidades y será muy complicado que LG conquiste el corazón de los españoles con unos ordenadores que, pese a estar muy bien terminados, no son más que MacBooks con pretensiones. Es decir, vender gama muy alta por delante de Apple es casi imposible. Lo mismo ocurre en el mercado de los móviles.
En resumen, la firma surcoreana es capaz de crear productos de calidad en el segmento de los portátiles, pero los datos son claros: su estrategia ha sido un fracaso en España. La falta de buenos resultados no sólo pone en duda el futuro de estos ordenadores, también es un toque de atención a de Jaime de Jaraíz al frente de LG España. Si la empresa quiere tener éxito, deben actuar rápido, reposicionar su producto e intentar conectar con el público para evitar que el fracaso de repita otro año más. Quizás tampoco sería descabellado pensar en una retirada a tiempo ya que suele ser una victoria. Si una empresa es fuerte en televisiones o en aire acondicionado, mejor centrarse en su segmento antes de iniciarse en otras aventuras. Con los móviles ya lo vimos en el pasado con una pérdida millonaria por parte de LG por querer competir con Samsung.