La situación de las grandes operadoras no es la mejor debido a que deben seguir realizando un gran esfuerzo inversor para desplegar fibra o 5G, pero al mismo tiempo ven erosionados sus ingresos por la presión que ejercen los pequeños operadores, sobre todo en el segmento low-cost. Todo esto ha derivado en una serie de decisiones que serían impensables hace unos años, pero que también han sido causadas por la pandemia y todos los cambios que ha impulsado en la sociedad.
Sin ir más lejos, el teletrabajo ha recibido un impulso brutal, de la misma forma que los pagos electrónicos o las compras online. El proceso de digitalización que debería haber durado unos años se ha producido en unos meses, con mayor o menor grado de éxito.
A esto se le suman las 34 tiendas propias de Vodafoneque se traspasan tras el ERE aprobado por la compañía, elevando la cifra a un total de 455 tiendas, aunque realmente no cierran. Esto es un 16% del total de las tiendas abiertas antes de la pandemia. La cifra se ha reducido de 2.783 establecimientos exclusivos a los 2.328 que quedan abiertos en estos momentos.
Si queremos filtrar por operadora, Vodafone es la que más tiendas ha cerrado. Esta ha pasado de tener 832 a 633 establecimientos, aunque todavía quedan por descontar las 34 tiendas propias del ERE. Orange es la segunda que más ha cerrado con 136 tiendas menos y pasando de tener 961 tiendas a tener 825 en total. Finalmente, Movistar (Telefónica) es la que menos ha cerrado con 86 tiendas. Los azules pasan de 990 a 904 en total. En el otro lado de la moneda, el Grupo MásMóvil mantiene su apuesta y sigue con 776 tiendas (antes tenía 783 tiendas).