Aunque el pasado año se anunció que no había intención de trabajar en la reconstrucción del Arecibo, los astrónomos se han empeñado en salvarlo y ya han desvelado su plan para que vuelva a la vida. De esta forma se recuperará uno de los telescopios más importantes de la historia, uno con el cual se llevaron a cabo muchos descubrimientos desde que se fabricara en 1963.
En el año 2020 se produjo uno de los incidentes más desagradables para la comunidad de astrónomos: el colapso del Arecibo, telescopio que le ha dado a la sociedad científica algunas de sus mayores alegrías. El primer impulso, en su momento, fue pensar en salvarlo. Pero después se llegó a la conclusión de que no había esperanza. Ahora todo eso cambia porque ya está en marcha un proyecto para construir un nuevo Arecibo.
Su auténtico sucesor
Hay que tener en cuenta que el proyecto que finalmente ha sido aceptado como una opción viable es, como indicamos, la construcción de un nuevo modelo. No se trata de la reconstrucción del original, un proceso que habría requerido muchos más recursos de los que sería lógico invertir en el proyecto. No obstante, el plan para fabricar su sucesor, el cual ha sido denominado como «Next Generation Arecibo Telescope» y comentado en arXiv de la mano del D. Anish Roshi et al, avanza con buen ritmo y todo apunta a que se hará realidad.
Con esta estructura estarán poniéndose por delante de muchos de los telescopios más importantes del mundo, mencionando además que los platos no serán movibles, sino que estarán instalados en un sistema circular de 130 metros de ancho. Algunos especialistas apreciarán que, con estas características, el tamaño que ofrecerá el telescopio será inferior al del Arecibo original. Pero no es un problema, puesto que la estructura ofrecerá mucha más eficacia en un menor volumen de espacio. Así también actualizarán el modelo original a las nuevas tendencias.
Otra ventaja de optar por una configuración de platos en una misma estructura, la cual actuará como un solo plato, es que ahora el telescopio será orientable de manera muy flexible. Eso aumentará las posibilidades de análisis y exploración para que se puedan derribar los límites con los que se encontró el primer modelo del telescopio. No obstante, todavía no hay que hacerse muchas ilusiones, puesto que el proyecto, aunque reciba todo el apoyo de quienes tienen que tomar las decisiones en el Observatorio, todavía tardará años en llevarse a cabo. Es muy posible que su construcción no esté terminada hasta dentro de una o dos décadas.