Mucho ojito con el ejército chino, puesto que desde la prensa del país indican que podría tener en sus manos el arma más revolucionaria del futuro. Y eso, como te puedes imaginar, no sería nada bueno para el resto de la humanidad. Si sus planes llegan a buen puerto resultaría motivo suficiente como para ponerse a temblar.
Normalmente China es un muro infranqueable en lo que se refiere a mantener su información protegida. Pero esta vez la noticia sobre el arma que se está construyendo en el país ha llegado a la prensa nacional y, desde ahí, al resto del mundo. Así es como sabemos que el ejército podría llegar a disponer de un láser de energía interminable.
El láser definitivo
Hasta ahora los lásers siempre se han visto como armas muy avanzadas y poderosas, pero que tenían un gran problema: se sobrecalentaban demasiado. Muchos ejércitos han diseñado armas láser inspiradas en la ciencia ficción que, aunque funcionan, no aportaban un rendimiento adecuado a largo plazo. Ese exceso de temperatura que generan siempre ha sido un inconveniente difícil de asumir.
Las aplicaciones que podrían tener estas armas láser son de gran calibre. Tal y como los propios investigadores mencionan, sería una forma ideal de ahorrar recursos, puesto que sus soldados no volverían a necesitar el uso de munición tradicional. Esto cambiaría la forma de combatir y quizá diera un vuelco importante a la situación bélica en el mundo. Por otro lado, también mencionan que con este tipo de arma sería posible incluso llevar a cabo el derribo de satélites que están orbitando, como es el caso de los que forman parte de Starlink. Eso, por supuesto, supondría un problema gravísimo para los científicos y astrónomos, puesto que ya hemos contado en repetidas ocasiones cuáles son las consecuencias de los satélites inactivos y de la basura espacial que generaría una explosión.
Pero, por ahora, las autoridades del mundo esperan que China haga una demostración y que se pueda comprobar si realmente han llevado a cabo su idea a la práctica o si solo están jugando con la teoría. En todos los casos, se aprecia mucha preocupación sobre lo que pueda ocurrir en el futuro.