Todavía queda mucho para que España ofrezca una alternativa digital al DNI. Mientras tanto, la única manera que existe para identificarnos con el móvil cuando vamos por la calle es el carnet de conducir, a través de la aplicación miDGT. Te contamos que pros y contras puedes encontrar, si utilizas la plataforma de la Dirección General de Tráfico como acreditación.
Las istraciones públicas deben adaptarse a los nuevos tiempos y lo cierto es que llevar la documentación en la cartera es algo que poco a poco irá quedando en el pasado. Sin embargo, esa idea aún es más un sueño que algo realista. Lo más cercano que tenemos en España es la app miDGT. Podemos utilizarla para estar siempre documentados e incluso sirve para identificarse en las elecciones.
El carnet de conducir digital está disponible tanto para el iPhone como para un móvil Android, ya que miDGT puede descargarse desde la App Store o en la Google Play Store. Además, es completamente gratuita y, más allá de la identificación, te permite consultar el saldo de puntos del carnet, acceder a la documentación de los vehículos registrados a tu nombre y puedes ver las multas. Pero, ¿realmente conviene dejar el DNI en casa y utilizar solo miDGT?
Otra desventaja es que dependes de la batería del móvil y de tener a Internet. En el caso de que temas quedarte al 0% en mitad de una ruta y que te paren, siempre puedes tener una batería portátil para poner el teléfono inteligente a cargar. No obstante, no tendrás ninguna solución si te pilla un control de tráfico en una carretera sin cobertura. Por lo tanto, conviene tener el carnet físico a mano para este tipo de situaciones.
En suma, hay falta de concienciación y aceptación generalizada. No todos los agentes de tráfico están completamente familiarizados con el uso del carnet de conducir digital. Aunque la DGT la acepte, puede generar situaciones de incertidumbres en los controles y que las autoridades consideren que esa documentación no es válida. Si eso ocurre, podrían terminar multándote y, si bien puedes reclamar, es un proceso que podrías ahorrarte llevando la opción física encima.