La historia de Mini y el Dakar permanece en los años, y el próximo 2022 será otro nuevo capítulo para la marca. Una edición donde, a pesar de que Carlos Sainz se ha marchado de la estructura para pelear el triunfo con Audi, la marca británica lo seguirá haciendo en su correspondiente categoría con una abanderada española, Laia Sanz, quien debutará en la categoría de coches con un 4×4. Pero, ¿cómo ha hecho Mini su mayor concepto para el Dakar? La respuesta la tiene su tecnología híbrida dirigida al entorno urbano.
Mini experimenta el Dakar con técnicas urbanitas
Los coches que participan en las competiciones poco tienen que ver con lo que vemos en el día a día en nuestra ciudad. No obstante, sí que hay certámenes donde se hacen probaturas para ello, y del que podemos ver cómo hay sistemas que se montan en un lado y en el otro.
Es lo que sucede expresamente en la carrera más difícil, el Rally Dakar, donde en la
Bajo el capó, el X-raid Mini cuenta con un motor 1.6 turboalimentado de geometría variable. Es una actualziación a medida de un Mini normal, y ayuda a que su propulsor genere unos impecables 300 CV. Ruge un motor de demostrada fiabilidad, basado en el bloque 50d utilizado en vehículos de calle del Grupo BMW.
A este propulsor se acopla una caja de cambios X-trac secuencial de seis velocidades, con diferencial integrado, que esto sí ha sido diseñado específicamente para el Mini que se utilizará en el Dakar. Se trata del coche ganador de cuatro Dakar consecutivos, de 2015 a 2018 (con Al-Attiyah, Nani Roma y dos de Peterhansel) que este año quedará encuadrado en la categoría T1, la ‘segunda’ entre los coches.
En qué se basa del coche de calle
Además del hecho de que el Mini tiene una gran potencia, X-raid también ha llevado a cabo una serie de nuevas modificaciones en comparación con el modelo de los años anteriores para mejorar su concepto. En él destaca la parte delantera más corta del coche, lo que hace que sea más fácil de conducir y más rápido.
En esas, este bólido se conoce por su propulsor que, más allá de entregar 218 CV, está construido sobre el propulsor de producción híbrida del que se ha utilizado en coches como el Countryman SE, pero modificado para cumplir con las exigencias de los rallys off-road. Cada motor destinado al coche del Dakar se monta a mano en BMW Steyr.
Sólo se utilizan piezas de serie, que se calibran antes del montaje para un perfecto equilibrio de pesos. Antes de cada Dakar, se instala un nuevo motor en cada unidad, que luego se emplea durante toda la temporada gracias a su robustez y fiabilidad. Una realidad que dice que sí es probable utilizar en este tipo de competiciones técnicas empleadas en coches urbanas, y viceversa. En 2022 buscarán revalidar el título que ganaron en la edición anterior.