Multa, cárcel o pérdida de custodia: todas las posibles consecuencias de llevar a tu hijo sin sillita

Como padre, deberías saber que cualquier precaución es poca. Todo lo que puedas hacer para que tu hijo viaje seguro, siempre será bienvenido. No obstante, quizá en algún momento te has arriesgado por un motivo u otro, a no llevar al niño en la sillita. ¿Qué puede ocurrirte si la Guardia Civil te caza? Te avanzamos que no va a ser nada bonito, porque te expones a multas, sanciones y graves consecuencias legales.
La presencia del sistema de retención infantil en el coche, más conocido en el día a día como «la sillita», es imprescindible. No solo aporta beneficios al propio niño en cuanto a la posición que adopta mientras va en el vehículo, sino que se ocupa de protegerle y de garantizar que no le ocurra nada. Por ello, ni siquiera habría que plantearse la idea de no llevarlo. Al fin y al cabo, recuerda que las estadísticas confirman que resulta fundamental para salvar las vidas de los más pequeños en caso de accidente.
¿Cuáles son los riesgos?
Tal y como te puedes imaginar, hay un castigo importante si realizas esta infracción. Lo primero de todo es que vas a tener que pagar una multa de 200 euros. Son muchos los expertos que coinciden en que se trata de una cantidad insuficiente teniendo en cuenta el nivel de riesgo al que estás exponiendo al niño. Sí que está considerado como una infracción grave, pero 200 euros por exponer a tu hijo a ese tipo de situación quizá es cierto que no resulte tanto como se podría imaginar.
Se enfrentarían a un delito de homicidio imprudente, lo que significaría mucho más de lo que se podría imaginar, dado que implicaría ir a la cárcel y perder el carnet de conducir durante seis años. El periodo que habría que estar en prisión sería de un mínimo de un año y un máximo de cuatro años dependiendo de los resultados de la investigación, las faltas acumuladas previamente o las circunstancias.
En otro orden de cosas, recuerda que el conductor siempre es el responsable máximo de lo que ocurra en el interior del vehículo, por lo que será él quien tenga que cargar con la responsabilidad de la multa o de lo que ocurra. En el caso de un conductor profesional, como un taxista, si bien él no tendrá la responsabilidad circulando por la ciudad, siempre será preferible disponer de la silla para evitar riesgos.