La Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado la normativa que indica cuánto alcohol podemos tener en el cuerpo para conducir en España. Las nuevas tasas de alcoholemia al volante han bajado de 0,50 g/l a 0,20 g/l de sangre (o de 0,25 mg/l a 0,10 mg/l de aire aspirado). Eso ha dado lugar a dudas sobre cuánto podríamos beber en caso de que quisiésemos coger el coche más tarde sin multa.
Conducir bajo los efectos del alcohol disminuye la capacidad de concentración y de reacción a imprevistos en la carretera. También altera la percepción de la velocidad y las distancias y supone una pérdida de coordinación para controlar el vehículo. Además, provoca fatiga y aumenta la posibilidad de quedarse dormido en el volante, entre otras cosas.
Tanto si eres hombre y optas por el tercio como si eres mujer y te decantas por la caña, los datos del RACE indican que darías justo el límite de la tasa como mínimo. Si su información falla dependiendo de tu metabolismo u otro factor, podrías estar arriesgándote al tomar algo si tienes pensado conducir. De lo contrario, te arriesgas a que te pille un control de alcoholemia y tengas que pagar una multa y que te quiten puntos del carnet.
Las sanciones económicas van desde los 500 a los 1.000 euros y pueden llegar a retirarte hasta 6 puntos. Con las nuevas tasas impuestas por la DGT, casi seguro que darás positivo. Por lo tanto, el dinero a pagar será muy alto y no merece la pena coger las llaves del coche si acabas de consumir algo de alcohol. Lo aconsejable es que esperes un rato antes de conducir si has decidido tomar una caña con amigos.