Cuando compramos un producto, y en este caso nos centraremos en dispositivos tecnológicos, los consumidores tenemos derecho a una garantía legal mínima. Aunque el vendedor o fabricante pueden ofrecer garantías mayores, los que os enseñamos en esta publicación son los puntos mínimos con que se deben cumplir en la garantía de dispositivos.
¿Tardan demasiado? Puedes pedir el reembolso por el producto
Según estipula la legislación española actual, la garantía legal da derecho al consumidor a exigir la resolución del contrato en caso de que la reparación o sustitución de un determinado producto no se lleve a cabo en un plazo razonable. En este caso, se podrá devolver el producto y recuperar el dinero desembolsado por el mismo, o bien exigir una rebaja del precio correspondiente a la compra original. No obstante, la garantía legal establece que esto sólo se podrá hacer efectivo siempre y cuando la falta de conformidad no sea de escasa importancia, sin duda otro «fleco» al que pueden agarrarse los fabricantes y vendedores.
Si no estás conforme, deberían indemnizarte
Tampoco conoceréis un caso así, pero la garantía legal nos da derecho a los consumidores a obtener una indemnización por los daños y perjuicios que pudiera causar la falta de conformidad con un producto. En este sentido, podemos comprender mejor la puntualización pensando, por ejemplo, en un detergente quitamanchas que, usándolo según explican las instrucciones del producto, destiñe las prendas lavadas -y se anuncia como apto para ropa de color-.